Programa Jóvenes Talentos UBB
Por Bárbara Mendiboure B.
Con la participación de 45 estudiantes de 22 Liceos Bicentenarios de diferentes comunas de Ñuble, se inició el curso de Inteligencia Emocional dictado por la Universidad del Bío-Bío en el marco del Programa Jóvenes Talentos.
En un contexto marcado por cambios y la vuelta a la presencialidad en las aulas, en donde distintas emociones se hacen presentes frente a la incertidumbre, se torna en una necesidad para las comunidades académicas contar con orientación y espacios para trabajar la adaptación y los cambios, es por ello que este curso gestionado por el programa Jóvenes Talentos, responde a las necesidades planteadas por los y las estudiantes de los liceos y colegios en convenio con la universidad.
Con jornadas de 5 horas y por 6 sábados las y los estudiantes tendrán capacitaciones sobre distintas áreas en el desarrollo de habilidades desde la inteligencia emocional, para potenciar actitudes asertivas y empáticas que contribuyan con su desarrollo académico, específicamente en liderazgo y trabajo en equipo, permitiendo a los participantes su propio autoconocimiento para el manejo saludable de las emociones.
La jornada inaugural se realizó en el Campus Fernando May y estuvo a cargo de la profesional Damaris Opazo, Psicóloga, Magíster en Psicología y académica de la Universidad del Bío-Bío, quien celebró el hecho de que estudiantes de diferentes instituciones puedan participar y convivir con pares de diferentes realidades.
“Los jóvenes están muy receptivos a trabajar junto a nosotros”, comentó Tamara Arias, psicóloga del Programa Jóvenes Talentos. “Participaron activamente en una jornada maratónica desde las nueve de la mañana, y se terminó con una actividad lúdica muy importante en donde pudieron generar un collage que representa su percepción personal y sus creencias sobre cómo son percibidos por otros”.
Por su parte el coordinador general del programa Jóvenes Talentos Marcelo Mora Cerda, señaló que “Hoy sabemos que el éxito académico, profesional y personal no depende tanto de la inteligencia cognitiva, sino de las competencias emocionales y sociales”. “No es casualidad que hoy el Ministerio de Educación esté discutiendo cómo incorporar la educación socioemocional al currículum nacional”
Estudios internacionales señalan que la inversión en programas de educación emocional propicia que sus estudiantes tengan menores niveles de ansiedad, estrés, mejores relaciones sociales, sean más cooperativos y empáticos, trabajen mejor en equipo, y, además, van a tener mejor rendimiento académico”, señaló Marcelo Mora.
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